domingo, mayo 24, 2009

Anchoveta para los paladares científicos

Seguridad alimenticia.El Congreso Internacional de Conservación Marina (IMCC) ha sido lugar del debut de la anchoveta ante especialistas del mundo entero. La Dra. Patricia Majluf enrumbó a esa importante cita científica cargada de latas de nuestro nutritivo y sabroso pez de bandera.

Medio kilo de anchoveta a la semana puede cubrir todas las necesidades nutricionales de una persona. Nuestro pez especie de bandera (declarado como tal por Prom-Perú) no solo es fuente de proteínas de extraordinaria calidad sino también de ácidos grasos como los tan valorados y saludables omega 3 y omega 6. El pececito es fuente de diversas vitaminas y minerales básicos para un adecuado desarrollo mental, físico y para proteger la salud. Si bien desde el año 2006 el consumo directo de este pescado creció de 0 a 100.000 toneladas métricas anuales, esto no representa ni el 1% de las capturas totales.

La doctora Patricia Majluf, renombrada investigadora de nuestras riquezas marinas y directora del Centro para la Sostenibilidad Ambiental (CSA) de la Universidad Peruana Cayetano Heredia participó por estos días en el Congreso Internacional de Conservación Marina (IMCC), en Virginia, Estados Unidos, ciudad aledaña a Washington D.C. Una reunión interdisciplinaria que convocó a científicos naturales y sociales, gestores de políticas, empresarios y público en general.

Majluf partió hacia la cita provista de anchovetas enlatadas para difundir sus bondades nutritivas y demostrar el potencial de los recursos pelágicos para consumo humano directo. “Vamos a servir ocopa con anchoveta al inicio del banquete de clausura y exhibir material informativo junto al plato para divulgar la iniciativa que desarrollamos desde el 2006. Lo ideal sería pasar gradualmente del uso de los peces pelágicos, principalmente la anchoveta, únicamente como materia prima para la fabricación de harina y aceite de pescado para producción animal, al consumo humano directo, permitiendo un uso más sostenible y equitativo. Al abrir los mercados para este consumo directo se generará mayor valor agregado, lo que, eventualmente, permitiría reducir la extracción de anchoveta obteniendo igual o mayor rentabilidad que con la harina”, nos escribió la doctora Majluf en un intercambio de correos electrónicos previo a su partida.

Seguridad alimenticia y gastronomía
“¿Cómo es posible que teniendo tanta anchoveta casi un tercio de nuestros niños estén crónicamente desnutridos?”, se preguntaba no hace mucho la investigadora en un artículo de su autoría publicado en El Dominical. La anchoveta es cada vez más reconocida como base de la seguridad alimentaria, como una real posibilidad de erradicar el hambre en nuestro país.

En la información preparada por el Centro para la Sostenibilidad Ambiental para difusión en el Congreso se explica que actualmente puede conseguirse anchoveta congelada en las áreas rurales más remotas del Perú, donde el índice de desnutrición infantil es de 35%.

Del nutritivo y pequeño pez, además, depende la culinaria tradicional de la costa ya que es alimento de la merluza, el jurel, la caballa, la cojinova, la corvina, el bonito, la pota entre muchas otras especies que son ingredientes principales de la gastronomía costera.

Cita científica y sabor peruano
La participación de la doctora Majluf en este congreso resultó de la invitación hecha por el presidente del encuentro Dr. John A. Cigliano, experto en biodiversidad y biología de la conservación y profesor del Cedar Crest College, de Pennsylvania, ampliamente reconocido por su rigurosidad académica y su compromiso ambiental: “El planeta está en problemas. Las cosas necesitan cambiar. Mi meta es impartir el conocimiento y las herramientas para efectuar el cambio”, ha dicho.

El año pasado el Dr. Cigliano escuchó a Majluf en una conferencia sobre el tema y consideró de suma importancia difundir las bondades de la anchoveta y los esfuerzos conservacionistas de la experta peruana, en el evento central de esta reunión internacional.

“Estoy llevando las anchovetas en lata desde aquí, donadas generosamente por la empresa TASA (Grupo Brescia); la ocopa la va a preparar un chef peruano que es parte del equipo de catering de la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia, sitio del Congreso”, nos comentó Majluf antes de partir.

La destacada especialista está abocada, además, a la defensa del nombre anchoveta para identificar a este producto. En el artículo que mencionamos líneas atrás sostiene que se le pretende denominar “sardina peruana” lo que haría difícil su diferenciación de las sardinas de otras partes del mundo. “Anchoveta tampoco es lo mismo que anchoa. En castellano o en inglés, el nombre anchoveta es único y reconocido mundialmente como peruano”. Científicos y expertos de las más diversas disciplinas han tenido un atisbo del sabor que encierra el mar peruano.

Marha Mier Miro Quezada (El Comercio)