sábado, marzo 24, 2007

Se fue el Niño ahora llega La Niña


Como todos conocemos el Fenómeno El Niño, conocido en la comunidad científica como el FEN o ENOS, es un evento climático recurrente que se origina en el Pacífico central a miles de kilómetros de distancia de nuestra costa y que en su fase madura o final llega a impactar nuestros país causando intensas precipitaciones sobre la costa norte del Perú, sequías y heladas en el sur andino, así como una fuerte variabilidad en el ecosistema marino del Perú.

Este fenómeno se desarrolla en dos componentes importantes del sistema climático mundial, el océano pacífico central y la atmósfera tropical ecuatorial. Para una mejor comprensión de este evento los científicos han establecido áreas marinas de monitoreo con la finalidad de observar su desarrollo y evolución desde sus inicios, que por lo general empieza a manifestarse a mediados de año, hasta su culminación que ocurre cuando llega a nuestras costas en el verano.

Actualmente existen varias instituciones nacionales e internacionales que realizan el seguimiento del FEN, la mayoría de estas agencias han elaborado modelos predictivos que permiten pronosticar con cierta certeza la ocurrencia y magnitud del evento, entre ellas tenemos por ejemplo a la Agencia Americana para los Oceános y la Atmósfera NOAA, que basan sus estimaciones en el monitoreo mediante boyas oceanográficas, estaciones de muestreo y satelital de un conjunto de variables como la temperatura superificial del mar, velocidad y dirección de los vientos y corrientes marinas, desplazamiento de la onda Kelvin, intensidad de las precipitaciones, etc.

Al inicio del FEN 2006-2007 la mayoría de los centros de predicción pronosticaban un FEN entre moderado a intenso y alentaban a los gobiernos de América Latina a tomar medidas de previsión en sectores como la pesca, agricultura, salud y comercio. Sin embargo el comportamiento de algunas variables oceanográficas comparada con su data histórica hacía que algunas entidades científicas mentengan ciertas reservas con la calificación del FEN.

En este contexto ha sido interesante apreciar el debate sostenido entre dos investigadores del FEN a nivel nacional como son Mario Ramírez del IMARPE y Luis Icochea de la Universidad Agraria UNALM, ambos sosteniendo sus puntos de vista sobre el FEN 2006-2007. Asimismo hemos podido apreciar los criterios hasta cierto punto divergentes entre el INFOCLIMA de Abraham Levy y el ENFEN entidad gubernamental que agrupa a instituciones como SENAMHI, INDECI, IMARPE entre otras.

A la fecha, los modelos climáticos estiman condiciones normales en el pacífico tropical y predicen un evento opuesto al FEN conocido como LA NIÑA que viene a ser un rápido enfriamiento de las aguas del pacífico tropical con el consiguiente impacto en el ecosistema marino peruano que se basa en la especie anchoveta que aprovecha estas condiciones para ampliar sus áreas de distribución, es decir un evento frío como la Niña beneficia a la pesquería de anchoveta y por ende de la industria pesquera harinera.

De ser así esperamos que la actual política pesquera del gobierno peruano pueda hacer que este importante recurso no solo beneficie a un sector económico sino por el contrario los beneficios alcancen a la mayoría de la población, para lograrlo es importante apoyar al sector conservero para la producción de anchovetas en múltiples presentaciones, disminuir el esfuerzo pesquero y la presión de la flota industrial sobre el recurso y promover su consumo masivo en los sectores sociales deprimidos con la finalidad de que consuman un alimento de alta calidad proteica y muy buena para la salud.

Huacho, marzo 2007

Cambio climático propicia el dengue

Por Marcela Valente *

BUENOS AIRES, 16 mar (IPS) - Las alteraciones climáticas, como las lluvias más intensas y persistentes en América del Sur, obligan a los países a fortalecer la prevención de enfermedades como el dengue, que esta vez se ensañó con Paraguay en su variedad más peligrosa, la fiebre hemorrágica.

"El recalentamiento global amplía el riesgo futuro de epidemias", dijo a IPS el entomólogo Anthony Erico Guimaraes, investigador del Instituto Oswaldo Cruz, el centro más importante de Brasil en estudios y desarrollo de medicamentos contra enfermedades tropicales.

El aumento de la temperatura global "influye indirectamente en la expansión del dengue al alterar la frecuencia de las lluvias", abundó.

El médico Franklin Alcaraz del Castillo, director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica de Bolivia, dijo a IPS que las inmensas lagunas que dejaron en los últimos tres meses las lluvias en la Amazonia boliviana "alimentan la reproducción del mosquito" transmisor del mal.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que lo contrae al absorber la sangre de una persona infectada y lo contagia cuando pica a otra sana. Los síntomas son fiebre, cefaleas y dolor muscular. El hemorrágico incluye también dolor abdominal intenso, náuseas y sangrado de piel y mucosas.

Además, el recalentamiento global acelera el desarrollo del virus dentro del vector, amplía la zona de influencia de los mosquitos y su capacidad de adaptarse a temperaturas más frías, dijo a IPS el científico argentino Osvaldo Canziani, integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas.

Por eso es importante mantener la prevención, aun cuando el termómetro indique sólo 15 grados, añadió.

Existe consenso científico en que el clima del planeta se está recalentando debido en parte a actividades humanas que emiten gases de efecto invernadero, por ejemplo la combustión de gas, carbón y petróleo.

En Bolivia hay cerca de 40.000 familias evacuadas por las inundaciones en los departamentos orientales de Santa Cruz y Beni, que son también los más afectados por el dengue. "El hacinamiento, la pobreza, la falta de conocimiento para defenderse del mosquito provocan la expansión de la enfermedad", añadió Alcaraz.

De momento, se registran 2.800 casos de dengue en ese país, según informó el jueves la Unidad Nacional de Epidemiología de Bolivia, pero el experto advirtió sobre la necesidad de fumigar intensamente las zonas más vulnerables y prepararse para otros males asociados a la inundación como la malaria, la fiebre amarilla y el tétanos.

En Brasil, se reportaron 85.000 casos entre enero y febrero de este año, casi 30 por ciento más que en el mismo periodo de 2006. La mitad de ellos estuvieron en el estado occidental de Mato Grosso do Sul, que limita con Bolivia y Paraguay.

La variante hemorrágica afectó a 55 personas, seis de las cuales murieron. "En Brasil la población no está movilizada para eliminar los focos", los recipientes con agua estancada donde se reproducen los mosquitos, explicó Guimaraes.

En Paraguay, epicentro del brote sudamericano, las autoridades registran unos 20.000 casos y 12 muertos. Sin embargo, médicos de ese país sospechan que el sub-registro es enorme. Sólo en el occidental departamento Central, versiones de prensa no desmentidas por el gobierno hablan de 300.000 contagiados.

Debido a que los síntomas pueden ser similares a los de una gripe, muchos pacientes se automedican y sus casos no son registrados, sostienen médicos en Paraguay. Cada paciente infectado que no está bajo cuidados estrictos puede continuar contagiando si es picado nuevamente por el mosquito.

Además, están apareciendo casos hemorrágicos, más virulentos aunque no necesariamente letales.

Existen cuatro tipos de virus del dengue. Cuando una persona contrae la enfermedad, desarrolla inmunidad hacia la variedad con la que fue inoculada, pero se vuelve más vulnerable a los otros serotipos. Si es contagiada con alguno de ellos puede padecer la fiebre hemorrágica.

"La epidemia de dengue de 1999-2000 fue grande en la región, pero era todo dengue clásico, ahora además se están viendo casos hemorrágicos" señaló a IPS el médico Alfredo Seijo, encargado de la unidad de dengue del Hospital Muñiz de Buenos Aires, especializado en enfermedades infecciosas.

Desde 1998 se registran en Argentina casos de dengue clásico, con algunos picos, como en 1999 y en 2004, cuando hubo más infectados que los conocidos este año. Ahora "vimos 90 pacientes en el Hospital Muñiz y ninguno se había contagiado en Argentina", remarcó.

Antes de presentar los síntomas, esas personas estuvieron en Paraguay, Bolivia o Brasil, donde la cantidad de infectados es mucho mayor. El Aedes aegypti vive en casi todas las provincias del norte y centro de Argentina, pero sólo en tres enfermos de un total de 172 la infección provino de un mosquito autóctono, según las autoridades.

Esos tres casos corresponden a la nororiental provincia de Formosa, próxima a Paraguay. "El pasaje permanente de personas desde un país que tiene una epidemia importante puede desencadenar un brote aquí o en otras ciudades adonde llegan los inmigrantes", dijo Seijo, si bien minimizó el riesgo de contagios por picaduras en Buenos Aires.

Una situación algo mejor se observa en Uruguay, donde a pesar de haberse hallado el mosquito en seis de los 19 departamentos, hubo apenas cuatro enfermos desde comienzos de año, todos contagiados fuera del país, según informó a IPS el director general de Salud del Ministerio de Salud Pública, Jorge Basso.

"Los números están dentro de lo esperable", sostuvo el funcionario, quien no descartó que el cambio climático juegue un papel en la propagación de la enfermedad.

Uruguay y Canadá son los únicos países de América libres de dengue autóctono.

Los mosquitos transmisores de enfermedades son "extremadamente sensibles al cambio climático", dijo a inicios de mes el ministro argentino de salud, Ginés González García. "Los vientos, la temperatura y el régimen pluvial son factores decisivos en su distribución y abundancia", advirtió en un viaje a la frontera con Paraguay.

Seijo subrayó que los brotes de dengue coinciden con el momento de mayor intensidad de El Niño, un fenómeno climático periódico asociado a fluctuaciones de la presión atmosférica y de la temperatura de la superficie del océano Pacífico, que este año golpeó especialmente a Bolivia.

Desde los años 70, a medida que aumentaba la temperatura global como consecuencia del cambio climático, las tormentas, lluvias y otros fenómenos extremos asociados a El Niño se volvieron más frecuentes, intensos y persistentes, afirman expertos.

Existe riesgo de que las alteraciones climáticas amplíen la distribución geográfica de enfermedades como el dengue, la malaria, la leishmaniasis o el mal de Chagas, y que se prolongue la estación en la que se reproducen sus agentes transmisores.

* Con aportes de Franz Chávez (La Paz), Mario Osava (Río de Janeiro) y Raúl Pierri (Montevideo).(FIN/2007)

jueves, marzo 22, 2007

El agua no fluirá para siempre. Los ríos más importantes enfrentan continuas amenazas

Los principales proveedores de agua en el mundo –los ríos en todos los continentes están muriendo y con ello crecen las amenazas de escasez de agua. La deficiente planeación y protección inadecuada de las áreas naturales son señales de que no podemos suponer que el agua fluirá siempre, asegura WWF, la organización mundial de conservación.

En su último informe, Los 10 ríos del mundo en mayor riesgo, publicado con motivo del día Mundial del Agua (Marzo 22) WWF muestra una lista de los 10 ríos que están rápidamente muriendo como resultado del cambio climático, la contaminación y las represas.

“Todos los ríos en el informe simbolizan la crisis de agua dulce que fue evidenciada por años pero la las advertencias fueron ignoradas”, dice Jamie Pittock, Director del Programa Mundial de Agua Dulce de WWF. “Como la crisis del cambio climático que ahora cuenta con la atención del sector empresarial y del gobierno, queremos que los líderes se den cuenta ahora y no después de la emergencia a la que nos enfrentamos en materia de agua dulce”.

Cinco de los diez ríos de la lista del informe se encuentran en Asia: Yangtze, Mekong, Salween, Ganges y el Indo. En Europa, el Danubio; en América, el río de La Plata y el río Bravo o río Grande; en África, el Nilo-Lake Victoria y en Australia, el Murria-Darling.

Represas alrededor del Río Danubio – uno de los ríos más grandes en Europa – han destruido 80 por ciento de los humedales y planicies inundables en la cuenca de este río. Aun sin temperaturas más altas que amenazan con derretir los glaciares del Himalaya, el Río Indo confronta gran escasez debido al exceso de extracción de agua para la agricultura. La población de peces, principal fuente de proteína y medio de apoyo de vida para cientos de miles de comunidades en el mundo, están también bajo amenaza.

El reporte hace un llamado a los gobiernos a proteger en forma más eficiente el flujo natural de los ríos y la distribución y uso del agua, con el fin de salvaguardar los hábitat, así como los medios de vida para mucha gente.

“La conservación de los ríos y humedales debe ser considerada parte esencial de la seguridad nacional, la salud y el éxito económico”, agregó Pittock. “Se debe hacer énfasis en la exploración de nuevas maneras de utilizar el agua eficientemente para cultivos y productos a fin de que no se utilice más agua que la necesaria”.

Además, los acuerdos de cooperación para el manejo de recursos compartidos, tal como la Convención Sobre Cursos de Agua de las Naciones Unidas, deben ser ratificados y debe proporcionárseles los recursos para que funcionen, afirma WWF.

“La crisis del agua dulce va mas haya de los 10 ríos mencionados en este informe pero refleja hasta qué grado el desarrollo desmedido pone en peligro la habilidad de la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades”, dice Pittock. “Debemos modificar nuestra manera de pensar ahora o pagaremos el precio en un futuro no muy lejano”. www.ecoportal.net

San Jose, Costa Rica. 20 marzo 07

Para más información:

Cinthya Flores, Directora de Comunicaciones, WWF Centroamérica
Lisa Hadeed, Gerente de Comunicación, Programa Mundial de Agua Dulce de WWF-Internacional
TEL +41 22 364 9030; Celular +41 79 372 1346