martes, enero 27, 2009

La corrosión marina

Por Enrique Villalobos
Industrias Electroquímicas s.a

La corrosión es la tendencia que tienen los metales a volver a su estado combinado; es decir, al mismo estado en que se encuentran en la naturaleza, en forma de óxidos, hidróxidos y sales.
La corrosión también puede definirse como el ataque destructivo de un metal, debido a procesos de oxidación electroquímica en el medio ambiente que le rodea.
La corrosión galvánica, es la que tiene lugar en los metales cuando éstos están rodeados de un medio conductor de la corriente llamado electrolito, que en el caso de las embarcaciones suele ser el agua, la cual es capaz de conducir dicha corriente a determinadas zonas de un mismo o incluso de distintos metales. Estos metales, se encuentran unidos eléctricamente entre sí, apareciendo zonas de distinto potencial eléctrico: ánodos y cátodos, que provocan su corrosión.
Este fenómeno es el resultado de la diferencia de potencial existente entre dos metales cuando están unidos e inmersos en un electrolito, formando técnicamente lo que se denomina una pila eléctrica. La corriente circula desde el metal de menor potencial (ánodo) al metal de mayor potencial (cátodo)
Si se compara el zinc (el ánodo) y el bronce (la hélice), el zinc posee un fuerte potencial eléctrico, mientras que el bronce mucho menos. Cuando el agua los pone en contacto, la corriente eléctrica así iniciada va a activar el ánodo que, al sulfatarse, protegerá la hélice.
El desgaste de los ánodos se debe controlar y nunca debe llegar a un desgaste completo. Se debe reemplazar por un modelo conforme a la superficie a proteger teniendo en cuenta lo siguiente:
• Las fugas eléctricas incrementan la corrosión.
• Nunca se debe pintar un ánodo, ni tampoco su emplazamiento, siempre debe estar en contacto con el metal.
• Utilizar únicamente los tornillos servidos con la pieza.
• Cada vez que se saca el barco del agua, eliminar la corrosión con un cepillo metálico.
• Un ánodo que no se desgasta es señal de que no cumple con su función.
En la zona donde está amarrado el barco o por donde se navega, la salinidad o contaminación puede variar muchísimo, esto afecta la función del ánodo. Por ésta razón, al elegir un ánodo, se deben tener en cuenta estos elementos:
En agua salada: ánodo de Zinc
En agua dulce: ánodo de Magnesio
En agua salobre: ánodo de Aluminio Su precio es muy económico y su sustitución nos puede evitar importantes averías, así que en caso de duda, cámbielos.
Pero, atención, si tienen que pintarle el casco, aplicar antifouling o cualquier otra operación semejante, espere a cambiar los ánodos después de pintar. No todos los operarios saben que los ánodos pierden su eficacia totalmente si se pintan y no sería extraño que les dieran un par de capas en el varadero. No sería la primera vez que se pinta un ánodo.

Fuente: Foro Hispano Americano de Intercambio de Informacion sobre Temas de Mar

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