Fuente : Pesca al Dia, Santiago de Chile
Noticia publicada el: 15/01/09
Editorial: "Pesca inteligente"
A continuación reproducimos en forma íntegra la editorial publicada por el diario El Sur de la Región del Bío Bío, sobre la "Pesca Inteligente".
"Para seguir generando inversiones, empleo e investigación debe haber un marco de estabilidad. Sin él, costará avanzar en productos con valor agregado y de mayor rentabilidad.
La crisis económica está empezando a golpear a las empresas chilenas. De allí la importancia de mantener estable el marco legal pesquero dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), de velar por los intereses nacionales del sector en foros multilaterales -como la incipiente Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur- y de promover la investigación como pilar del valor agregado en los recursos marinos.
A la desacelaración internacional se suma una serie de encrucijadas propias de la actividad que no auguran un panorama alentador. Entre enero y octubre de 2008, las compañías de la zona centro sur experimentaron una merma de 17,4% en sus retornos por exportaciones, principalmente producto del alejamiento del jurel y la explotación desmedida de este recurso por flotas extranjeras. Dato no menor si se considera que esta especie es la razón de ser de más de 11 mil puestos de trabajo en el país.
Por otro lado, aun cuando un mejor precio de la merluza permitió que los ingresos por este ítem crecieran un 6,8%, no hay que olvidar que los envíos cayeron un 5,4% y que el recurso lleva más de seis años debilitado por la mayor concentración de su depredador natural, la jibia, frente al litoral central. Sin duda, un fuerte golpe para el naciente cluster de la pesca blanca, que entrega casi 6 mil empleos directos y 16 mil indirectos y que ahora enfrenta en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca eliminar el arte de pesca que lo sustenta: la red de arrastre.
Para seguir generando inversiones, empleo e investigación se requiere dar seguridad a los actores del sector. El marco regulatorio no puede verse amenazado constantemente por ataques sin asidero científico ni técnico, cuyo trasfondo es lograr beneficios para un sector en desmedro de otro. Más si sobre ese marco se ha cimentado una defensa tan sólida, cohesionada y consecuente como la presentada en Canberra en octubre de 2008 para el caso del jurel.
La aprobación parlamentaria de los Límites Máximos de Captura por Armador (LMCA) en 2001, que fijó cuotas de pesca por compañía, fue una garantía de estabilidad que permitió crear un círculo virtuoso de desarrollo económico en la industria. Con él, el sector ha aumentado el porcentaje de captura destinado al consumo humano, generando más rentabilidad con un volumen de extracción sustentable. Ahora bien, para desarrollar nuevos productos con mayor valor agregado, es decir realizar una pesca inteligente, se necesita dinero para investigar.
Por esta razón, entre 2001 y 2007 se triplicó el valor de las patentes pesqueras que cancelan los titulares de los LMCA (de $ 5.704 millones a $ 13.384 millones), bajo el compromiso de llegar a asignar la mitad al Fondo de Investigación Pesquera (FIP). Sin embargo, en el mismo período los recursos del FIP no han crecido a igual ritmo (de 2.183 millones de pesos a 4.755 millones). Es de esperar que este año, en que la economía estará alicaída, la palabra empeñada se cumpla y las reglas claras se conserven".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario