Los mercados de camarón en Asia continuarán creciendo constantemente; para abastecerlos, muchos granjeros de esa región podrían optar por tener granjas pequeñas, con un plan de acción sumamente cuidadoso y con cultivos de nivel múltiple que les permitan cosechar constantemente y hacer sus espacios mucho más productivos.
Por: Stephen G. Newman*
En mi último artículo, mencioné que los camaroneros en Asia han intensificado la producción de Litopenaeus vannamei hasta llegar al punto en que las cosechas fácilmente sobrepasan a su competencia en América, donde existen estanques diez veces más grandes. He preguntado a muchos de mis clientes americanos por qué no consideran usar ese método; generalmente piensan que es demasiado riesgoso debido a las enfermedades y que desde el punto de vista económico no están realmente convencidos de que deberían hacer algo diferente.
Los precios del camarón son fuertes ahora y, como sucede muchas veces, la memoria es corta; los granjeros consideran que están obteniendo buenas ganancias hoy, así que ¿para qué cambiar?
Uno de mis clientes de Indonesia, que cultivaba Penaeus monodon, ahora cultiva L. vannamei. La semilla que compra es Libre de Patógenos Específicos locales (SPF, por sus siglas en inglés), lo que le añade un elemento potencial de riesgo, pero hasta ahora no ha presentado problemas.
Su granja no tiene vecinos y el agua es perfecta para el cultivo de camarón, con temperaturas y calidad constantes durante todo el año. Su granja es pequeña (menos de 10 h), y sus estanques también lo son (menos de media h cada uno). Cosecha 30 toneladas de camarón o más por h cada ciclo. ¿Cómo lo logra? No se preocupa por los riesgos y al utilizar estanques pequeños y un sistema de producción de varios niveles, se vuelve altamente productivo. En estos momentos piensa expandirse e intentará aumentar la producción de 15 h a 1,000 toneladas al año.
Mientras lo que hace es común en su región del mundo, no se ha visto afectado todavía por el Síndrome de la mionecrosis infecciosa (IMNV, por sus siglas en inglés), aunque ha tenido problemas con el Virus de la mancha blanca (WSSV, también por sus siglas en inglés). Su secreto es que, al mantener su producción en una escala pequeña, puede controlar las situaciones en un mayor grado que el típico granjero semi-intensivo que utiliza grandes extensiones de terreno para obtener la misma cantidad de producto.
No quiero alentar a la gente a precipitarse en algo parecido. Lo que sí puedo decir es que un proyecto piloto, bien pensado, con financiamiento modesto y en pequeña escala, que produzca ganancias considerables, es una excelente opción. Es posible lograrlo y a largo término, desde mi punto de vista, es la evolución lógica de la camaronicultura. Prácticas que permitan dejar una huella extremadamente sutil, que sean realmente sustentables y con niveles altísimos de productividad pueden darle a mucha gente en Asia una ventaja competitiva. El mercado es dinámico y China y la India continuarán requiriendo más y más producto. No hay razón por la cual el camarón de esta región del mundo no pueda ser una pieza importante de su abastecimiento.
Stephen Newman es doctor en Microbiología Marina con más de 30 años de experiencia. Es experto en calidad del agua, salud animal, bioseguridad y sostenibilidad con especial enfoque en camarón, salmónidos y otras especies. Actualmente es CEO de Aqua In Tech y consultor para Gerson Lehrman Group, Zintro y Coleman Research Group. Contacto: sgnewm@aqua-in-tech.com
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