A propósito de las anunciadas inversiones en el valle de Huaura y otros del norte chico, es bueno conocer lo que viene ocurriendo en otros países con relación a la siembra de cultivos destinados a la producción de etanol llamado también biocombustible "amigable" con el ambiente. Como se aprecia en esta nota periodística los norteamericanos están preocupados por el destino de tierras protegidas con funciones ambientales diversas y que están siendo destinadas para el cultivo de maíz del tipo celulósico.
El diario estadounidense The New York Times, criticó en su edición de este jueves el aumento del cultivo de maíz, para la fabricación de etanol, lo que apenas sustituirá una pequeña fracción del petróleo que consume esta nación.
"La producción de etanol a partir de ese cereal reemplazará una pequeña fracción del petróleo que utilizamos y si eso se realiza al precio de una nueva locura en busca de tierras cultivables, será mayor la pérdida en conservación que la ganancia en independencia energética", indica.
A través del editorial "Las consecuencias del maíz", el rotativo comentó el desmedido interés de los granjeros por incrementar las hectáreas de tierra cultivable, para obtener ganancias rápidas.
Además The New York Times, destaca que durante el año 2007, los agricultores estadounidenses sembraron de maíz 36.6 millones de hectáreas, lo que equivale a 4.8 millones de hectáreas más que en 2006. Esta es la mayor área de cultivo destinada a esta planta desde 1944.
En contraste, las tierras para el cultivo de soya, trigo y algodón, disminuirán en más del 10 por ciento, añade el periódico.
El periódico neoyorquino también menciona el peligro ecológico que implica la explotación de tierras que se encuentran bajo un régimen de protección ambiental, así como la alerta en relación con la exportación y producción de otros productos agrícolas.
En total las tierras protegidas representan 15 millones de hectáreas que fueron puestas en custodia por ser terrenos demasiado montañosos, húmedos o reservorios de flora y fauna, conservados con fondos aportados por millones de contribuyentes estadounidenses.
Según el artículo, el Programa de Conservación y Reservas paralizó la incorporación de nuevas áreas y agrupaciones campesinas están pidiendo la liberación para el cultivo de las tierras protegidas, agrega el impreso.
"Por mucho que nos guste la producción de etanol, sobre todo el celulósico o de otras fuentes diferentes al maíz, sería un trágico error echar por la borda dos décadas de protección ambiental a cambio de ganancias de corto plazo", afirma The New York Times.
Asimismo, el rotativo entre sus principales informaciones de este jueves, resaltó la crítica hecha por el presidente cubano, Fidel Castro, de utilizar alimentos como maíz y soya para fabricar el combustible.
mm - Pl / NP
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